TRUMP SE DISPARA EN EL PIE ANTES DE DISPARAR UN SOLO TIRO CONTRA
VENEZUELA
Rolando Prudencio Briancon
La brutalidad de Trump es una
tragicomedia de antología para lo que vive hoy los EE.UU., y no solo por las
patéticas poses de perdonavidas con la que se presenta al mundo entero, ya sea
ofreciendo recompensa por Maduro, o anunciando una ofensiva monumental contra
el narcotráfico, o lo que fuere; sino por los efectos contraproducentes que
conlleva, y pueden conllevar para los ciudadanos norteamericanos la pandemia
del Coronavirus, como las decisiones que como un todopoderoso toma Trump.
Así es como Trump ha estado
más preocupado en prepararse para la guerra que en lo que en un inicio debió
hacerlo contra la pandemia del coronavirus que comenzó cuando él estuvo más
entretenido en ponerle precio a la cabeza del presidente Maduro y varios de sus
colaboradores que en la llegada de la pandemia.
Pero además hace poco más de
una semana anunció un operativo como nunca se ha visto contra el narcotráfico
en la frontera de Colombia y Venezuela, pues según él, los EE.UU., está
inundado de droga, gracias a la actividad que se desarrolla en esa zona del cártel
de los Soles con el visto bueno del gobierno bolivariano tendría.
Esta forma de actuar parece
obedecer una línea discursiva más que performativa que orientan las políticas
de Trump; ya sea lanzando como globos de ensayos para tapar deficiencias por el
manejo de la crisis del Coronavirus, o en otros para mejorar su imagen, sea por
la cuestionada legitimidad que tiene -perdió por ¡3 millones!, de votos frente
a Hillary Clinton- o como ahora que se prepara para afrontar las elecciones en
noviembre pretendiendo subir su preferencia, ya sea a través de la recompensa
de sheriff justiciero que ofreció, o con el anunció esta operación militar que
pretende acometer contra Venezuela por el petróleo.
Claro que hasta ahora han sido
más cáscaras que nueces las amenazas que Trump ha lanzado, como por ejemplo fue
hace más de un par de año las amenazas de ida y venida que sostuvo con el
presidente norcoreano Kim Jong Hu, advirtiéndole que el tenía el "súper
botón" para borrar del mapa a la península norcoreana, y luego manifestó
que era: "un hombre de honor".
Pero ya las consecuencias que
está cobrando el coronavirus no son sólo los más de 15 mil muertos, sino que el
golpe devastador se está desvelando en el modelo económico estadounidense, que
es la niña mimada del sistema capitalista, ya que en lo que va del inicio de la
pandemia van más de 20 millones de desempleados, ya que por semana el ritmo es
de 6 millones de desempleados que la OIT reportan que hay en EE.UU.
Es cierto que las guerras se
las "inventa" justamente para justificarse como justicieros -valga el
juego de palabras- mostrándose como los "libertadores" de los
malvados.
Claro que la guerra que Trump
está preparando es en medio de una crisis humanitaria mundial como producto de
la pandemia, y que como es obvio en esta coyuntura que Trump pretenda jugar a
las guerras; no sólo que recibirá el rechazo de todos -hasta de la OTAN que ya
ha puesto en duda cualquier intervención- sino que si Trump da ese paso se
disparará en el pie.
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